Extranjería, nacionalidad y saber en qué país vives

El ansiado documento

Informaba ayer Europa Press de una curiosa sentencia:

La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional reconoció finalmente la nacionalidad española a un ciudadano de origen marroquí a quien el Ministerio de Justicia se la había denegado previamente al por considerar que no se había integrado en la sociedad.

¿Y qué alegaba el Ministerio de Justicia para decir que este hombre no estaba integrado?

Pues que en el examen no supo decir cómo se llamaba el estadio del F.C. Barcelona, quién era la famosa televisiva casada con un torero o el nombre de la entonces Princesa de Asturias.

Según recoge la sentencia, el ciudadano marroquí afectado reside legalmente en España desde 1999 y se maneja sin problemas con el idioma. En su expediente figuran 11 años, 6 meses y 13 días cotizados en la Seguridad Social, cuatro declaraciones de la renta (2009-2012) y dos cursos de formación con “informes favorables en cuanto al esfuerzo de integración” que llevan el sello del Gobierno de Navarra, donde reside, aunque su mujer y sus hijos viven en Marruecos.

Esta persona tampoco conocía a ningún cantante español y en el examen correspondiente sobre cultura española sólo acertó 14 de 31 preguntas. No obstante, la Audiencia nacional acabó aceptando que una persona podía estar más o menos interesada por su entorno cultural sin que ello perjudicase su integración, sobre todo a nivel laboral.

Para mí, la clave reside en que al final el asunto se tuvo que dilucidar en los tribunales, llegando incluso hasta al Audiencia Nacional, un proceso que a buen seguro no ha sido ni rápido, ni sencillo, ni barato..

En cuestiones de extranjería es mucho mejor contar desde el principio con algún experto y evitar todos estos laberintos. La ley es lo bastante compleja para hacerlo necesario y las condiciones económicas y sociales de España van a dejar cada vez menos ventanas abiertas.