Ya sé que todos los que andáis por Menéame no sois agitadores y propagandistas de la izquierda radical, pero quisiera hacer notar un par de asuntos a aquellos que sí lo son y que, por exceso de celo, o falta de cabeza, han estado estas últimas semanas lanzando piedras contra su propio tejado. Y el de todos. Nada de política: simple cuestión de divulgación en torno a la sociología.
En primer lugar, por mucho que creáis que una machacar a diario en la corrupción de la derecha erosiona su poder, lo cierto es que cualquier sociólogos os dirá que se trata de una idea absolutamente equivocada, pues en vez de fomentar el efecto indignación fomenta el efecto hastío. Sé que a mucha gente le cuesta entender esto, pero los gestores de las ONG, por ejemplo, le llaman “la fatiga del donante”. Sacar más niños hambrientos en los periódicos, sacarlos con más frecuencia, o repetir en todos los Telediarios durante meses que están muriendo tantos miles de menores de hambre no aumenta las donaciones, sino que las reduce. ¿Rasgo inhumano? ¿Encallecimiento? ¿Capacidad de acostumbrarse? Lo que queráis. pero es así. Y buscar al concejal del PP de Matalasparras que ha robado un paquete de folios, con ser legítimo y democráticamente saludable, no es inteligente, justo por esa razón.
En segundo lugar, la obsesión pro apoyar en masa cierto tipo de noticias, afines a vuestra corriente política, y denostar sistemáticamente las que puedan favorecer a los contrarios es una mala, malísima idea. Cuando se realiza ese tipo de filtrado, lo que se consigue es que después de un tiempo, el medio sea sólo visitado por afines, lo que le resta toda capacidad de elemento de propaganda sobre el contrario. Con esa conducta, se acaba como en los mítines, a los que sólo van los que tienen ya el voto decidido, o las iglesias, a las que sólo van los que ya están bautizados y creen en el rollo. La conducta inteligente paasa por crear un medio equilibrado pero con un sesgo que beneficie a una corriente, no un medio de pensamiento único que rechacen los que no son afines y, por ende, piedra su capacidad de influencia fuera de la endogamia.
O sea que si queréis de verdad tener alguna influencia, os sugiero dos cosas: más noticias culturales, tecnológicas y de humor en portada que casos de corrupción, y noticias de todos los signos, para que los lectores lleguen también a las que de veras consideréis importantes para vuestros fines.
Lo otro, además de un coñazo, es una chorrada. Y se paga.
Saludos de un profesional del gremio (bueno malo, pero con alguna experiencia en el asunto)
